lunes, 29 de abril de 2013

Bestiarios Tecnológicos




En la exposición “Bestiarios Tecnológicos” que se encuentra en la Casa Barrientos de la Lectura Infantil, pudimos apreciar el resultado de un taller de creación que se llevó a cabo en el Parque Biblioteca de Belén: objetos híbridos entre animales y desechos tecnológicos.







Al entrar, nos esperaban inusuales esculturas con formas que evocaban a animales, pero cuando observábamos más detenidamente, reconocíamos que el material que daba forma a estas criaturas eran residuos tecnológicos de aparatos relativamente recientes, pero que por la gran velocidad con que avanza la tecnología ya son objetos obsoletos e inservibles.
Los bestiarios son animales mitológicos, mágicos y fantásticos, un conjunto de bestias y animales que se hicieron muy populares durante la edad media, con el fin de infundir el temor en las personas creyentes de la religión católica. Los bestiarios estaban llenos de quimeras y monstruos atroces, casi todos ellos símbolo de la perversión, del mal y del destino implacable y aterrador que esperaba a quienes eran condenados a permanecer toda la eternidad en el infierno.

Hoy ya no tenemos esos bestiarios simbólicos, pero ¿Qué puede ser más monstruoso que la invasión de los residuos indestructibles de nuestras propias invenciones? Todos los artefactos tecnológicos de las últimas tres décadas han sido creados con materiales que no pueden ser reciclados, reutilizados ni reintegrados a la naturaleza. Su acumulación en los basureros crece exponencialmente, como un monstruo que estaba dormido y se levanta con furia al ser despertado cuando aún no era el momento.

Nuestro medio ambiente se está viendo seriamente deteriorado por nuestras ansias de progreso y de comodidad. Cuando aquellos objetos que nosotros mismos hemos fabricado ya no nos brindan el bienestar que esperamos de ellos, los dejamos a la deriva, abandonados en medio de una naturaleza que no puede procesarlos ni reconocerlos como parte suya. Nos vemos inundados entonces de una gran cantidad de objetos, y su aumento se escapa a nuestro control.

Estamos obligados a convivir con los monstruos que salieron de nuestras propias manos, aquellos que algún día fueron útiles, pero que ahora se vuelven en contra nuestra.
 Bestiarios Tecnológicos es una reflexión acerca de ello, de cómo convivimos con nuestras propias tecnologías, de la manera en que resignificamos aquellos objetos cotidianos, de cómo dotamos a nuestros propios residuos-creaciones de sentido más allá de su utilidad,  pero sobre todo de cómo convertimos en mascotas a nuestros propios monstruos para adaptarnos a su ineludible presencia. 







Ejemplares Mutephemerus




Los Mutephemerus tienen características muy extrañas, la más curiosa de todas ellas es la irregularidad morfológica entre cada uno de sus individuos, pues su cuerpo no obedece a una descripción física estable que los haga reconocibles sólo con la lectura de sus particularidades físicas en los catálogos de biología, debido a que la forma que pueden tomar se hace en cierta medida impredecible. Igualmente, un individuo varía considerablemente su apariencia a lo largo de toda su vida, pues la manera en que se reconstruyen no sigue pautas específicas.

A pesar de todos estos problemas con el reconocimiento de los Mutephemerus, tras la observación de varios especímenes, se ha concluido que cada uno de estos organismos elige imitar la forma de una especie animal ya existente, y que curiosamente es reconocida por su longevidad o por su capacidad regenerativa. 

Estos son algunos de los individuos Mutephemerus que se han logrado reconocer, con su respectiva clasificación taxonómica:




Helix mutephemerus





Reino: Animalia

Filo: Mollusca

Clase: Gastropoda

Subclase: Orthogastropoda

Superorden: Heterobranchia

Orden: Pulmonata

Familia: Helicidae

Género: Helix

Especie: Mutephemerus


Esta variedad de Muthephemerus toma la forma típica de un caracol común. Tiene como esqueleto permanente una lámina de hierro desgastada sobre la cual construye su forma con otros elementos naturales. Al igual que el caracol común, cuando su concha se ve deteriorada, realiza un cuidadoso proceso para repararla y proteger el resto de su organismo. Le gusta vivir cerca de zonas húmedas, de las que toma hojas frescas para alimentarse y reconstruir su cuerpo. 





Phoenos mutephemerus




Reino: Animalia

Filo: Chordata

Clase: Aves

Orden: Accipitriformes

Familia: Accipitridae

Subfamilia: Buteoninae

Género: Phoenos      

Especie: Mutephemerus


Fue el primer Mutephemerus identificado. Se asocia con el Fénix, el ave mítica que renacía de sus cenizas. Le gusta habitar cerca a los bosques en los que recientemente han ocurrido incendios forestales, de donde toma los elementos necesarios para dar forma a su cuerpo, que casi siempre suele ser de color rojizo, naranja y marrón. Es de los Mutephemerus  la especie que más cambia su apariencia, ya que al seleccionar elementos muy desgastados para reconstruirse, es necesario que se esté reparando constantemente para prevenir su desaparición. 





Ambystoma mutephemerus 




Reino: Animalia

Filo: Chordata

Subfilo: Vertebrata

Clase: Amphibia

Subclase: Lissamphibia

Orden: Caudata

Familia: Ambystomatidae

Género: Ambystoma

Especie: Mutephemerus


Este ejemplar de Mutephemerus  habita cerca de los ríos y las lagunas. Ha tomado una forma similar a la del Axolote mexicano, que es reconocido por su extraordinaria capacidad de regeneración. Esta especie, al contrario de su homólogo real, es muy resistente a las sustancias químicas que contaminan el agua y se alimenta de ellas mientras se divierte flotando sobre las superficies acuáticas del área urbana. 









Origen de un Mutephemerus




Esta especie surgió como fruto de una investigación biológica en la que se pretendía modificar ciertos hongos y microorganismos para optimizar sus capacidades como biofertilizantes y fitorremediadores, sin embargo, este experimento que en un principio solo pretendía limpiar y restaurar los suelos contaminados, se salió de su curso esperado y los microorganismos manipulados comenzaron a crear seres conscientes y autónomos a partir de los recursos que tenían en su entorno. 

En el siguiente video podemos ver cómo se formó el Testudinelephantidae mutephemerus, una especie curiosa que ama vivir en los suelos ricos en follaje y hojas secas. 




Mutephemerus: la especie que renace de sus cenizas.






En la actualidad nos encontramos inmersos en entornos que están plagados de desechos artificiales: escombros, residuos inorgánicos altamente contaminantes e incluso objetos abandonados que cuentan su propia historia y que conviven a la par con los residuos naturales de organismos vivos, como los frutos y las hojas secas que caen de de los árboles.



Como una alternativa para estos objetos ya desgastados que configuran nuestro ambiente pero que pasan desapercibidos, o que en su defecto, contaminan el paisaje tanto visual como biológicamente, ha surgido una nueva especie. Los Mutephemerus, individuos de una especie animal apenas conocida, toman forma a partir de estos desechos cargados de memoria, dándoles una nueva vida y convirtiéndose a sí mismos en seres llenos de historia y de significado, en puente conciliador entre el mundo natural y el mundo artificial creado por los seres humanos, y en entes portadores de la huella de vida que han dejado los residuos orgánicos ya desgastados, junto con el cúmulo de recuerdos que ya hacen parte de esos objetos utilizados y abandonados por el hombre.





Características de la Especie

El nombre Mutephemerus del latín muto “cambiar” “transformar” y ephemerus “efímero”, hace referencia al comportamiento típico de esta especie, que toma de su hábitat objetos efímeros para transformarlos en beneficio de su propia formación y crecimiento, pudiendo así decir que renacen de sus cenizas.  

Esta especie surgió como fruto de una investigación biológica en la que se pretendía modificar ciertos hongos y microorganismos para optimizar sus capacidades como biofertilizantes y fitorremediadores, sin embargo, este experimento que en un principio solo pretendía limpiar y restaurar los suelos contaminados se salió un poco de control y estos microorganismos comenzaron a crear seres conscientes y autónomos a partir de los recursos que tenían en su entorno.

Al estar compuestos de esta materia efímera y ya deteriorada se desgastan rápidamente, por lo que se ven obligados a restaurarse a sí mismos de manera constante, recolectando del entorno aquellos elementos con los que pueden reconformar su cuerpo. Los Mutephemerus tienen características muy extrañas, la más curiosa de todas ellas es la irregularidad morfológica entre cada uno de sus individuos, pues su cuerpo no obedece a una descripción física estable que los haga reconocibles sólo con la lectura de sus particularidades físicas en los catálogos de biología, debido a que la forma que pueden tomar se hace en cierta medida impredecible. Igualmente, un individuo varía considerablemente su apariencia a lo largo de toda su vida, pues la manera en que se reconstruyen no sigue pautas específicas.

A pesar de todos estos problemas con el reconocimiento de los Mutephemerus, tras la observación de varios especímenes, se ha concluido que cada uno de estos organismos elige imitar la forma de una especie animal ya existente, y que curiosamente es reconocida por su longevidad o por su capacidad regenerativa.

También se tienen dudas sobre la duración del ciclo de vida de estas criaturas, pero incluso hay quienes sostienen que gracias a su capacidad reconstructiva y adaptativa gozan del don de la inmortalidad. Sin embargo se hace muy difícil comprobar esta hipótesis, pues los Mutephemerus usualmente habitan en los mismos lugares en los que toman los repuestos para su cuerpo, lo que les añade cierta capacidad mimética en su entorno y los hace aún más difíciles de reconocer.