lunes, 29 de abril de 2013

Mutephemerus: la especie que renace de sus cenizas.






En la actualidad nos encontramos inmersos en entornos que están plagados de desechos artificiales: escombros, residuos inorgánicos altamente contaminantes e incluso objetos abandonados que cuentan su propia historia y que conviven a la par con los residuos naturales de organismos vivos, como los frutos y las hojas secas que caen de de los árboles.



Como una alternativa para estos objetos ya desgastados que configuran nuestro ambiente pero que pasan desapercibidos, o que en su defecto, contaminan el paisaje tanto visual como biológicamente, ha surgido una nueva especie. Los Mutephemerus, individuos de una especie animal apenas conocida, toman forma a partir de estos desechos cargados de memoria, dándoles una nueva vida y convirtiéndose a sí mismos en seres llenos de historia y de significado, en puente conciliador entre el mundo natural y el mundo artificial creado por los seres humanos, y en entes portadores de la huella de vida que han dejado los residuos orgánicos ya desgastados, junto con el cúmulo de recuerdos que ya hacen parte de esos objetos utilizados y abandonados por el hombre.





Características de la Especie

El nombre Mutephemerus del latín muto “cambiar” “transformar” y ephemerus “efímero”, hace referencia al comportamiento típico de esta especie, que toma de su hábitat objetos efímeros para transformarlos en beneficio de su propia formación y crecimiento, pudiendo así decir que renacen de sus cenizas.  

Esta especie surgió como fruto de una investigación biológica en la que se pretendía modificar ciertos hongos y microorganismos para optimizar sus capacidades como biofertilizantes y fitorremediadores, sin embargo, este experimento que en un principio solo pretendía limpiar y restaurar los suelos contaminados se salió un poco de control y estos microorganismos comenzaron a crear seres conscientes y autónomos a partir de los recursos que tenían en su entorno.

Al estar compuestos de esta materia efímera y ya deteriorada se desgastan rápidamente, por lo que se ven obligados a restaurarse a sí mismos de manera constante, recolectando del entorno aquellos elementos con los que pueden reconformar su cuerpo. Los Mutephemerus tienen características muy extrañas, la más curiosa de todas ellas es la irregularidad morfológica entre cada uno de sus individuos, pues su cuerpo no obedece a una descripción física estable que los haga reconocibles sólo con la lectura de sus particularidades físicas en los catálogos de biología, debido a que la forma que pueden tomar se hace en cierta medida impredecible. Igualmente, un individuo varía considerablemente su apariencia a lo largo de toda su vida, pues la manera en que se reconstruyen no sigue pautas específicas.

A pesar de todos estos problemas con el reconocimiento de los Mutephemerus, tras la observación de varios especímenes, se ha concluido que cada uno de estos organismos elige imitar la forma de una especie animal ya existente, y que curiosamente es reconocida por su longevidad o por su capacidad regenerativa.

También se tienen dudas sobre la duración del ciclo de vida de estas criaturas, pero incluso hay quienes sostienen que gracias a su capacidad reconstructiva y adaptativa gozan del don de la inmortalidad. Sin embargo se hace muy difícil comprobar esta hipótesis, pues los Mutephemerus usualmente habitan en los mismos lugares en los que toman los repuestos para su cuerpo, lo que les añade cierta capacidad mimética en su entorno y los hace aún más difíciles de reconocer.











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