La visita a la Microestación de Biología de la universidad estuvo llena de una gran cantidad de información interesante que hasta el momento era totalmente desconocida para mí, pero sin duda lo que más me llamó la atención de todo, fue saber que hay diferentes microorganismos que pueden ayudar a recuperar los suelos erosionados y contaminados.
Vivimos en un
mundo lleno de microorganismos, los hay en todas partes y de diferentes tipos,
formas y tamaños. Hay tantas variedades que de acuerdo al lugar de donde se
tomen las muestras a través de las que se estudian, podemos encontrar un
ecosistema totalmente diferente, tanto en las clases de especies encontradas como
en la cantidad de las mismas.
Quizá uno de los
datos más curiosos e impresionantes que surgió durante la visita es que cada
ser humano tiene entre dos y tres kilogramos de su peso sólo en
microorganismos, bacterias y hongos. Y puede parecer muy repugnante, pues
culturalmente estos seres los asociamos con la suciedad y el descuido en la
higiene, pero lo cierto de todo esto es que la mayoría de esas especies son
benéficas para nuestro cuerpo, y por lo tanto para nuestra vida. Sin ellas
tendríamos 3 kilos menos de peso, pero sin duda también moriríamos, pues
gracias a ellas podemos hacer cosas tan básicas y primordiales para nuestra
vida como lo es la nutrición.
Con todos los
organismos incluyendo las plantas, como pudimos verlo más específicamente en
esta práctica, tanto bacterias y hongos establecen una relación de simbiosis,
esto es que se ayudan mutuamente para poder sobrevivir. En la Microestación
descubrieron este tipo de relación y ahora investigan una nueva forma de
incentivar el crecimiento y la protección de las plantas de agentes exteriores a partir de
microorganismos benéficos para ellas. De la misma manera se hace con la
restauración de suelos y la descontaminación de los mismos de sustancias
tóxicas que imposibilitan la vida, se buscan microbios con características
específicas que se alimenten de material contaminante y que puedan restablecer
químicamente los suelos y ambientes para la aparición de la vida.
Toda esta
búsqueda de alternativas más limpias y ecológicas se hace necesaria pues el
hombre siempre ha tenido la tendencia a abusar de la naturaleza en beneficio
propio, pero desconociendo los daños que hace al medio ambiente y en
consecuencia a sí mismo. Sin embargo,
como nos decía el profesor, la manipulación de materias vivas tanto genética
como no genéticamente, es un asunto delicado tanto del punto de vista
biológico, como ético y moral, pues finalmente, a pesar de que todos estudios
se hagan con la intención de tener todo bajo control, la naturaleza tiene sus
propias leyes y su propio movimiento y nunca se sabrá cómo va reaccionar y cómo
va a evolucionar.
Lo que me queda
para rescatar de esta visita es la forma en cómo crece nuestra conciencia sobre
lo vivo, y que ahora cuando vea una planta voy a saber que ahí no está sólo la
planta, sino que en ella misma es un gran ecosistema, y que con ella hay una
gran variedad de microorganismos que ayudan a que pueda vivir y a que exista
tal y cómo la conocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario